El rosario fue forjado en una época de caballería. Es un arma espiritual, una espada celestial, forjada por las manos de un Artesano Divino. Todas las espadas requieren tiempo y habilidad para su fabricación, pero esta espada celestial requirió el mayor de los esfuerzos -siglos- para su producción. Es un arma como ninguna otra. Tiene el poder de matar dragones (demonios), convertir pecadores y conquistar corazones. La hoja de esta espada fue forjada en la Palabra viva de Dios, moldeada por el martillo de la inspiración divina, y confiada a la Reina del Cielo y a sus siervos elegidos.
Cuando el arma estuvo por fin lista para la batalla y llegó el momento de que el Divino Artesano desenvainara su poder, la Reina del Cielo la reveló al mundo y eligió a un celoso predicador para que fuera su fundador. Lo armó caballero con el arma divina y le encargó que la predicara por todas partes.
A partir de este hombre santo se formaría una Orden de Predicadores para defender el arma con sus misterios y entregar la espada a todos los que desearan blandirla. Estas almas elegidas son conocidas a lo largo de la historia como campeones del rosario.
Santo Domingo: El primer defensor del Rosario
A principios del siglo XIII, la Iglesia sufría la violenta oposición de un grupo conocido como los albigenses, una secta herética que tomaba su nombre de la ciudad de Albi, en el sur de Francia, donde se originó. Durante la propagación de esta herejía, un español llamado Domingo Guzmán se erigió en un dinámico orador contra sus errores. En la preparación de sus esfuerzos para corregir los errores de los albigenses, Santo Domingo, dotado de una gran capacidad oratoria y perspicacia teológica, sería capaz de ganar almas de nuevo a Cristo con bastante facilidad. Sin embargo, después de haber pasado varios años predicando ardientemente en una ciudad tras otra, se dio cuenta de que sus métodos no eran tan eficaces como había esperado y llegó a la conclusión de que necesitaba algo más. Sabía que se enfrentaba a un poder espiritual formidable y necesitaba algo lo bastante fuerte para vencer al enemigo.
Según la tradición, Santo Domingo se retiró al silencio del bosque de Prulla, cerca de la ciudad de Toulouse (Francia), para rezar, rogando al cielo que acudiera en su ayuda y le diera lo que necesitaba para vencer a los albigenses. Después de tres días de intensa oración, la Reina del Cielo acudió en su ayuda. Ella le informó que sus esfuerzos en la predicación habían sido nobles, pero que era el “Ave María” el que daría poder a su predicación. La Reina del Cielo le dijo: «No te maravilles de que hasta ahora tú [Santo Domingo] hayas obtenido tan poco fruto de tus trabajos; los has gastado en una tierra estéril, aún no regada con el rocío de la gracia divina. Cuando Dios quiso renovar la faz de la tierra, comenzó por enviar sobre ella la lluvia fecundante de la Salutación Angélica. Predicad, pues, mi Salterio». Este fue el momento fundacional del santo rosario de María. Fue el momento en que se desenvainó la espada.
La defensa del Rosario en la batalla
La primera victoria del rosario tuvo lugar en la batalla de Muret, el 12 de septiembre de 1213. Muret, un pequeño pueblo del sur de Francia cerca de la ciudad de Toulouse, era un bastión de los albigenses. Gracias a los esfuerzos de Santo Domingo y su rosario, la secta herética fue derrotada y se estableció la primera capilla dedicada al rosario en la Iglesia de Santiago, donde Santo Domingo había estado rezando su rosario durante la batalla.
Tras esta primera victoria del rosario, la historia ha sido testigo de numerosas batallas en las que se utilizó el rosario como arma espiritual para vencer al enemigo. Algunas de estas batallas son responsables de la salvación de naciones enteras, del corazón de la Cristiandad (el Vaticano), e incluso de la Civilización Occidental en su conjunto. Basta recordar la Batalla de Kotor (1539), el Gran Asedio de Malta (1565), la Batalla de Lepanto (1571), el Asedio de La Rochelle (1627), la Batalla por las Islas Filipinas (1646), la Batalla de Viena (1683) y las Batallas de Temesvar y Corfú (1716), para descubrir el poder que tiene el rosario sobre las fuerzas de la oscuridad. A lo largo de su historia, el rosario también ha sido responsable de salvar a países y pueblos del azote de la guerra y de ideologías políticas opresoras, como ocurrió en Austria en 1955, en Brasil en 1964, en Filipinas en 1986 y en Colombia en 2008.
Los campeones papales del Rosario
Durante los últimos 800 años, quienes han ostentado el cargo de Vicario de Cristo han promovido sin descanso el rosario entre los fieles. Si se catalogaran todas las declaraciones de los Papas sobre el rosario, el contenido llenaría una biblioteca. El primer pontífice que promovió el rosario vivió en el mismo siglo que Santo Domingo. Se llamaba Urbano IV (1261-1264). Después de él, cada siglo ha sido testigo de numerosos Papas que han defendido el rosario y han concedido indulgencias a quienes pertenecían a la Cofradía del Rosario.
Muchos de estos papas eran rosarianos, miembros de la Cofradía del Rosario. Algunos de los papas más destacados defensores del rosario han sido: El Papa Juan XXII (siglo XIV);el Papa Alejandro VI (siglo XV); San Pío V (siglo XVI); el Beato Papa Inocencio XI (siglo XVII); el Papa Clemente XI (siglo XVIII); el Papa León XIII (siglo XIX); y San Juan Pablo II (siglos XX y XXI). Incluso en la época actual, el Papa Benedicto XVI promovió mucho el rosario durante su pontificado, y el Papa Francisco está siguiendo a sus predecesores al defender también el rosario.
Milagros del Rosario
Los milagros asociados con el rosario a lo largo de los siglos son tan numerosos que nunca podrían contarse. El rosario ha evitado y detenido guerras, ha provocado grandes conversiones, ha curado matrimonios y ha ayudado a un número incontable de almas a acercarse a Jesús, a su Iglesia y a los Sacramentos. Muchos de estos milagros están recogidos en el mejor libro jamás escrito sobre el rosario, El secreto del rosario, de San Luis de Montfort. Su libro fue escrito a principios del siglo XVIII.
Desde entonces, han salido a la luz muchos otros milagros que ni siquiera San Luis de Montfort conocía. Por ejemplo, en el siglo XVII, en lo que hoy se conoce como el oeste de Texas y Nuevo México, una tribu de indios jumanos dio testimonio de que habían recibido numerosas visitas de una dama vestida de azul que les enseñó la fe católica. Esta señora también les regalaba rosarios y les enseñaba a rezarlos. Años más tarde, cuando los misioneros católicos llegaron a aquella zona, quedaron completamente desconcertados al descubrir una tribu de indios que ya conocían la fe católica y ¡estaban en posesión de rosarios! Al principio, cuando los indios describieron sus experiencias con la dama de azul, los misioneros pensaron que la tribu había sido bendecida con apariciones de Nuestra Señora. Sin embargo, al investigar más a fondo, descubrieron que la famosa mística española Venerable María de Ágreda había estado bilocando a la tribu, enseñándoles la fe y trayendo rosarios con ella desde su convento en España.
En 1754, apareció milagrosamente en un acantilado de Colombia una imagen conocida como Nuestra Señora de las Lajas. Esta imagen representaba a la Virgen María dando un cordón de fraile a San Francisco y un rosario a Santo Domingo. Desconcertados por su aparición, los colombianos intentaron averiguar quién había pintado la imagen, pero no lo consiguieron. Años más tarde, mientras los geólogos investigaban la imagen, llegaron a la conclusión científica de que no se trataba de una pintura. Descubrieron que los colores de la roca no estaban hechos de pintura, sino que la imagen era la propia roca. Descubrieron este milagro cuando perforaron la roca un metro y determinaron que la imagen que aparecía en la superficie de la roca llegaba hasta un metro de profundidad. Esta famosa imagen tiene ahora un santuario construido a su alrededor y ha sido declarada basílica menor.
En el siglo XIX, el rosario ayudó incluso a un hombre italiano que era sacerdote satánico ordenado a experimentar una reversión radical al catolicismo y a convertirse rápidamente en uno de los mayores promotores del rosario en la historia de la Iglesia. Este hombre se llamaba Beato Bartolo Longo. Tras su conversión a través del rosario, se hizo dominico de la Tercera Orden y construyó la basílica más famosa del mundo dedicada al rosario, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya (Italia). San Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco la han visitado.
Apariciones del Rosario
En los siglos XIX y XX se han registrado más apariciones marianas que en ninguna otra época de la historia de la Iglesia. Muchas de estas apariciones han sido aprobadas, bien por el obispo local, bien por el Vaticano. Al estudiar estas apariciones, no cabe duda de que uno de los temas más destacados en ellas es el rosario.
Comenzando por Lourdes, Francia, en 1858, cuando Nuestra Señora se apareció a Santa Bernadette Soubirous sosteniendo un rosario en la mano -e incluso rezando parte del rosario con Santa Bernadette. La Reina del Cielo comenzó a aparecerse por todo el mundo en una plétora de apariciones con el tema del rosario; Fátima, Portugal (1917); Beauraing, Bélgica (1932-1933); Banneux, Bélgica (1933); Akita, Japón (1973); Cuapa, Nicaragua (1980); Kibeho, Ruanda (1981-1989); y San Nicolás, Argentina (1983-1990). En diciembre de 2014, Jesús mismo se apareció al obispo Oliver Doeme, en Nigeria, y le entregó una espada que se transformó milagrosamente en ¡un rosario! A su obispo, Jesús le dijo enfáticamente que el rosario-espada debía usarse para derrotar al Islam radical. ¡El Cielo está tratando de decirnos algo!
Campeones del Rosario
El Siervo de Dios Frank Duff -fundador de la Legión de María- se preguntó una vez si ha habido un solo santo desde el siglo XIII que no haya rezado el rosario. Sin duda, el rosario ha sido la forma de devoción mariana más mencionada por los santos desde el siglo XIII. Sería imposible enumerar a todos estos santos. San Juan Pablo II señaló una vez lo siguiente a este respecto: «Sería imposible nombrar a todos los numerosos santos que descubrieron en el rosario un auténtico camino para crecer en santidad«. Mucha gente está familiarizada con los “campeones” más conocidos, como Santo Domingo, San Luis de Montfort y San Pío de Pietrelcina, ¡pero hay tantos más! Por ejemplo, el Beato Alan de le Roche es el responsable de revivir el rosario después de que la peste negra matara a un tercio de la población de Europa; en el siglo XIX, Nuestra Señora llamó a San Antonio María Claret un «nuevo Santo Domingo»; el Papa León XIII escribió 11 encíclicas sobre el rosario; el Siervo de Dios José Kentenich se refirió al rosario como una ametralladora espiritual y una bomba atómica llena de gracia; San Maximiliano Kolbe llamó específicamente al rosario una «bomba atómica». Maximiliano Kolbe llamó también específicamente al rosario “espada”; el Siervo de Dios Patrick Peyton reunió a millones de personas para rezar el rosario; y el Venerable Fulton J. Sheen creó un tipo especial de rosario conocido como el Rosario de las Misiones Mundiales. Y esto es sólo una muestra de los santos y papas que defendieron la espada espiritual de María.
¿No le gustaría conocer todas las batallas, papas, milagros, santos y campeones relacionados con el rosario a lo largo de la historia? Pues se lo he puesto fácil. Acabo de publicar un libro enciclopédico sobre el rosario que presenta todo lo que hay que saber sobre la espada espiritual de María. El libro se titula Campeones del Rosario: Historia y héroes de un arma espiritual. Tiene 445 páginas, contiene una historia completa del rosario, 26 de sus más grandes campeones, una extensa sección de arte en color y todas las indulgencias que ofrece la Iglesia a quienes rezan el rosario. El libro cuenta con el aval de 30 obispos (10 de ellos dominicos), 4 cardenales, el Maestro General de los Dominicos y numerosos provinciales y teólogos dominicos. El arzobispo Augustine Di Noia, OP, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha declarado que ¡ Campeones del Rosario es probablemente el libro más completo jamás escrito sobre el rosario!
Este artículo es un avance del último libro del Padre Calloway, Campeones del Rosario: Historia y héroes de un arma espiritual, que está disponible a través de su página web, FatherCalloway.com. Este artículo nos ha sido facilitado por cortesía del autor.